Ciberseguridad nacional en tiempos de pandemia
Como ocurre con muchos aspectos de la vida cotidiana, la covid ha acelerado tendencias en alza. En el entorno profesional, a medida que el lugar de trabajo se vuelve digital y las empresas apuestan cada vez más por entornos en la nube para almacenar datos y aplicaciones críticas, el perímetro de la infraestructura tradicional se difumina. Al mismo ritmo, las amenazas cibernéticas evolucionan para aprovechar nuevas vulnerabilidades. Deloitte nos cuenta cómo avanzan las empresas españolas en el terreno de la ciberseguridad.
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Externalización
La mayoría de las empresas encuestadas por Deloitte (por encima del 75 %) afirma delegar algunas cuestiones en materia de ciberseguridad a terceros. Estas cuestiones podrían incluir:
- Gobierno: se trata de planificar la estratégica, las políticas y procesos que determinan cómo las organizaciones detectan, previenen y responden a los incidentes cibernéticos.
- Seguridad preventiva: la práctica de proteger infraestructuras, redes y programas de ataques digitales mediante sistemas preventivos, como un firewall o un antivirus. Si bien la seguridad preventiva puede detectar amenazas conocidas, es necesario supervisar la infraestructura informática con regularidad para identificar amenazas más sofisticadas o emergentes.
- Vigilancia: describe el proceso proactivo de monitorización periódica de la infraestructura informática. Es una parte crucial de la gestión del riesgo porque permite detectar ataques en estado embrionario y responder antes de que causen ningún daño.
- Resiliencia: se refiere a los mecanismos que permiten responder y recuperarse frente a un ciberataque.
Otras materias ligadas a la ciberseguridad y que típicamente se externalizan, según el mismo estudio, son las cuestiones de privacidad y seguridad física.