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La industria 4.0 en el bolsillo
Primero fue el vapor; luego, la electricidad. La tercera Revolución Industrial que reconocen los libros de historia vino de la mano de la informática. Ahora es el turno de otra revolución (vamos por la cuarta), más rápida y profunda que las anteriores y con una plétora de oportunidades para las empresas que tengan la mentalidad adecuada.«Primero hazlo,
luego hazlo bien,
después hazlo mejor.»
Addy Osmani, Master Developer en Google
Las revoluciones industriales anteriores nos ahorraron depender de la tracción animal, hicieron posible la producción en cadena y llevaron la informática a miles de millones de personas. El cambio que se avecina ahora es diferente porque en escala y alcance, la Cuarta Revolución Industrial tiene un potencial sin precedentes.
Desde el punto de vista operativo, la revolución actual mejorará drásticamente la eficiencia de algunas empresas, las que se suban al carro, e incluso podrá reparar el daño en el medio ambiente causado por las revoluciones industriales anteriores.
En la fábrica inteligente, las máquinas están conectadas a Internet, tienen una visión panorámica de todo el proceso de producción – incluida la cadena de suministro y el almacén–, y son capaces de tomar decisiones por su cuenta.
Pero el aumento en eficiencia no está exento de riesgos. Como en revoluciones industriales anteriores, los empleos que requieren poca cualificación y están mal pagados desaparecerán en favor de la automatización. Estos fenómenos aumentan la brecha entre ricos y pobres, por eso históricamente van seguidos de períodos de cambio político e institucional.
El futuro de las pymes
Como hemos visto, las empresas del futuro son inteligentes y están conectadas. Invierten en su infraestructura tecnológica, en su capacidad de analizar los datos y, no menos importante, invierten en enseñar nuevas aptitudes al personal que desean retener.
Como profesionales, debemos aceptar el cambio y asumir que nuestro trabajo de hoy puede ser drásticamente diferente en un futuro cercano. La formación ya no es una etapa de nuestras vidas, es una constante que aporta el conocimiento y el pensamiento crítico necesarios en los espacios de trabajo modernos.
Por desgracia, nuestra experiencia es que a veces las pymes están enfrascadas en las preocupaciones del presente, evitan riesgos y carecen de una estrategia que tenga en cuenta las fuerzas disruptivas que se empiezan a notar. Pero la mentalidad y las tecnologías del pasado no resuelven los retos del futuro.
El líder de una pyme con futuro ha de cambiar su mentalidad, aceptar el riesgo y cuestionarlo todo: su modelo de negocio, su estrategia empresarial y su compromiso con la innovación y la formación, tanto la suya propia como la de su fuerza de trabajo. Solo así podrá capear el temporal e incluso salir fortalecido de los cambios que comporta la Cuarta Revolución Industrial.
Fuente
Este artículo se apoya en el libro del profesor Klaus Schwab, ‘La Cuarta Revolución Industrial‘. En él, el Presidente del Foro Económico Mundial describe el poder disruptivo de las nuevas tecnología. Nuestra forma de vivir, de pensar y de trabajar está cambiando drásticamente y a un ritmo acelerado a causa de la adopción de los sistemas cibernéticos, el Internet de las cosas (IoT) y el Internet de los sistemas (IoS).